El perfume de Paloma Picasso, hija del célebre pintor, es un autorretrato olfativo. Su abuelo materno, Emile Gillot, era perfumista (1920-1960) y desde su infancia, Paloma aprendió a mezclar aromas. En toda su creación Paloma ha elegido el rojo, su color preferido asociado a la fuerza del negro. Paloma se identifica plenamente con su perfume, que posee la dualidad de su personalidad: la fuerza del espíritu mediterráneo y la elegancia de una creadora de lujo.
Creado en 1985, sus notas de salida son clavel, cilantro, nerolí, bergamota, limón de Amalfi y rosa; sus notas de corazón son ylang-ylang, jazmín, pachulí, jacinto y mimosa; sus notas de fondo son almizcle, algalia, castóreo, ámbar, sándalo, musgo de robre y vetiver.