Aventurera y creativa -la personificación de la sorpresa- La Rueda de la Fortuna es gobernada por el azar de los dados. Quienes la llevan son intrépidos, experimentales y jugadoras en el juego de la vida. Un espléndido corazón de nardo, gardenia y jazmín dejan en el aire una atrevida base de benjuí y patchouli. El corazón de esta fragrancia es tan femenina como opulenta, una exuberante expansión de flores que sobrecoge. La feminidad de su corazón se yuxtapone brillantemente a la virilidad de sus maderas en la base.